domingo, 7 de abril de 2013

Hoy no riman el sol con el atardecer.

Y esto es así, porque el sol lucía claro esta tarde, el mar me hablaba cosas al oído, y su alma estaba todo el rato conmigo, y en el atardecer de su mirada , el mar se tiñó de rojo, guiñándole un ojo al cielo de su corazón, , que se había escondido,para que yo ya no le viera más. Luego amanecí en una playa desierta,y un velero pequeñito y blanco al fondo del paisaje me hablaba. La arena estaba de color marfil, y en las paredes de mi corazón la melodía de su alma sonaba, no quería respirar y solo morir dentro de un abrazo que nunca dió.

2 comentarios:

  1. A veces, las rimas que más nos importan, esas que nos inspiran y que nos llenan de ilusión, son las que nos faltan. Sin embargo, la vida no se condensa en un instante, ni en un suceso, ni en una decisión... La vida es un continuo, un constante subir y bajar, una sucesión de cosas buenas y otras menos buenas. Éstas últimas hay que dejarlas pasar, por mucha ilusión que pusiéramos. Las primeras hay que disfrutarlas como si las segundas no hubieran existido nunca.

    Disfruta de la vida, Amapola, aunque no rimen el sol con el atardecer. Y recibe un abrazo muy fuerte.

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  2. Gracias Emilio, de verdad, por comentar aquí. besos.

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